... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

domingo, abril 22, 2007

PLEGARIA QUIJANA


¡Que los ángeles caídos
se levanten en espasmos guturales y acentuados!

La gloria de algunos redunda invariablemente
en la desdicha amalsanada de otros.

El que obra bien y no desea mal raramente es feliz,
y casi nunca puede dormir tranquilo.

El que camina la senda recta
flagela su andar con las armas blancas del honor y la verdad,
mientras las Arpías astillan huesos
alimentándose de su alma
y sorbiendo jubilosas su belleza y juventud.

Pobre Caballero de la Triste Figura,
que no entiende que la defensiva es necesaria
para subsistir entre demonios.

De otro modo,
solo quedaría su carne hecha jirones
y la impresión vaga en el alma de alguna Aldonza
sobre el sueño accidental con un Quijote.

Nunca te des a ti mismo, ni des lo mejor de ti.

Guárdate, entrega sin dar.
Predicar con el ejemplo es la mejor excusa
de quienes resisten la vida en esta selva agraz y descarnada.

No te pierdas, Quijote,
buscando la redención de quienes no entienden esta palabra…
Que quienes no dimensionan su peso
no quieren, ni remotamente, ser salvados.

jueves, abril 12, 2007

GRATITUD A LA MEMORIA

Hoy no puedo sino sonreír por el aseo que se me ocurrió hacerle a mi cajita (que a estas alturas parece baúl) de los recuerdos.
Llevo años de años quejándome más o menos de lo sola que estoy, de lo triste que me siento, de lo poco que me han amado... y, por Dios, no hay nada más falso que eso. Nunca he estado carente de cariño; lo que sucede es que muchísimas veces los árboles no nos dejan ver el bosque.
Me han amado y muchísimo; niños que hoy deben ser hombres maravillosos, hombres que llegaron a destiempo a mi vida, jóvenes que se desvivieron por mí y que yo, de puro obtusa o insensible, no aquilaté como debí en su momento. Andrés, Jaime, Rafael, Matías, Cristóbal, Francisco, el otro Francisco y por qué no decirlo, un Rodrigo demasiado tardío también. Irónicamente, la intensidad del amor que ellos profesaron por mí en su momento no fue correspondida, porque estuve demasiado atareada en amar desmedidamente a quienes terminaron siendo sombras tristes, con bemoles, en mi camino.
También he tenido amigos por montones... desde muy niña, seres medio angélicos que se han cruzado en mi camino justo cuando más los he necesitado y que por distancia, tiempo y espacio se me quedaron en la vereda... Jaymee, José Francisco, Jesús (sí, Jesús!!!!!!), Pablo, Rodrigo, Carolina, Beatriz, Rocío, Gustavo, Matías y tantos pero tantos otros... Obvio a quienes siguen conmigo, porque trato de decirles casi en todo momento cuánto los estimo (Jani, Rodolfo y esos otros que saben quiénes son).
Me reí a mares releyendo comentarios y dedicatorias añejas pero sentidas. ¡Qué importante es la palabra! Esa cajita maravillosa que atesoro bajo mi futón tiene condensado lo mejor de mi vida, una especie de resumen con elementos tan valiosos como la entrada al último concierto de Soda en Chile (estuve ahí), las normas de debate del COBA (las del tiempo en el que yo fui speaker), las tarjetas de navidad y cumpleaños de mis hermanos apenas sabiendo escribir (para derretirse de tanto amor) o la propuesta formal de mi primer programa de radio (sí pues, lo tengo guardadito... Tiempo Fuera!)
Leí muchísimas cartas y varios poemas que me calaron hondo hoy antes de almuerzo... a ver si en algún momento rindo honores como corresponde a estos amores tan diversos y para los que tengo solo recuerdos gratos... esos mismos recuerdos que hoy me hacen sonreír y darme cuenta que no puedo más que agradecer desde el alma a la vida, que a lo más Violeta, me ha dado TANTO!!!!!!!!.

martes, abril 10, 2007

REFLEXIONES SOBRE EL EGOÍSMO

Debo reconocerlo: soy egoísta. Y algo celosa incluso, de mí misma sobre todo.
Me enferma que otros se abroguen mis logros, mis afectos, mis afinidades y mis gustos.
Que me roben las ideas, los refranes, las analogías y los chistes, me enferma (que al menos reconozcan la fuente original, tipo "agradecimientos a..."). Que se metan en mi metro cuadrado, cuando yo no he invitado a pasar, me causa urticaria. Que me provoquen, jugando con los límites de mis espacios compartidos a través de familiares y amigos, también. Me jode. Y tal.
He tenido mil experiencias de esas a lo largo de la vida... Mi mamá tenía la horrorosa costumbre de leer mis diarios de vida y de registrar mi pieza por hobbie; tuve más de un conocido (Jesús) y conocida (Giselle) que quiso ser mi amigo/a a toda costa y terminó siendo un parásito imposible de extirpar, a lo tipo Pepe Le Pouf ("Cóguete, zogillo apestosooooo"; léase afrancesado, por favor) o, peor aun, con ribetes psicopáticos a lo "Mujer Soltera Busca" (sin mayores comentarios). Varios personajes que he querido que desaparezcan de mis anales afines se han negado a esfumarse de los espacios originalmente míos o complementarios a mí... y dale que dale: aparecen una y otra vez, campantes y felices, "frescos y naturales después del postre", como si nada hubiera pasado. Y a mí su mera presencia me deja al borde de una explosión duodenal.
Y entonces me da por darle vueltas al tema de la tolerancia y la paciencia; porque claro, hay que tenerle piedad al prójimo, que muchas veces no entiende un "no", un "nunca" o un "vete" con la fluidez que una quisiera. Sin embargo, no puedo evitarlo... Porque pienso que a veces lo hacen de manera premeditada, por la pura delicia morbosa de hacerme rabiar hasta casi el desquicie.
Es un ají por el culo, la verdad. Y de los putamadre.
Claro, una puede gritar y bramar hasta el cansancio cuando las "apariciones" o "intromisiones" tienen que ver directamente con una misma, para eso es mi espacio y tengo siempre derecho a pataleo. Pero, ¿Qué pasa cuando la persona que esperamos que la tierra se trague misteriosamente insiste de improviso en frecuentar lugares que antes te resultaban propios, tangencialmente por el hecho de pertenecer a gente cercana a tus afectos? Es una realidad enervante.
Pero existe. Hoy mismo me pasó, al revisar peregrinamente los blogs de algunos amigos. Es un hecho: los amigos no son propiedad privada. Pero qué quieren que le haga... me empelota que otros se abroguen a mis amigos como tales, sobre todo sabiendo que no lo son.
He dicho.

domingo, abril 01, 2007

PALABRAS A LA SANGRE

Pizca de vida que sin ver aun me miras;
trocito de carne que llevas
sangre de mi sangre de algún modo,
tibio y suave, frágil y silencioso.
Quieres absorver el mundo con tu aliento de pellizco,
mientras todo tu entorno se vuelve
silencio peregrino de maravilla al bienvenirte.
Eres bello, mágico y sublime.
Entonces no es sino al acunarte
que comprendo los hilos de la sangre,
que aquietan mis latidos atolondrados
para hacerlos uno con los tuyos en mis brazos.
Sobrinito hermoso, indefenso pero ávido de savia,
que todos los dones heredados sean de tí por derecho propio...
mientras, no puedo sino anudar la garganta en silencio
ante la sonrisa plena de Felipe,
ese que siempre fue niño conmigo y que hoy,
gracias a tí, es un hombre por completo.