Tanto de todo, que me pierdo.
Lágrimas sentidas, sonrisas y sudores;
desgarros fulminantes, estertores,
y ese silencio funesto, resignado de dolores.
Todo de tanto, que te encuentro.
Amanezco abrazada con tu aroma,
fundida en la memoria cenicienta,
refugiándome en mi aquí y en tu ahora.
Todo de nada, por tanto.
Porque nada de todo es tanto,
y tu aliento es innegablemente mío
pese a los desiertos y los abismos.
Nada de todo, entonces…
Si se huele en tu mirada y en la mía
la simpleza acorralada de un par de acordes
y un choque doble de copas perdidas.
Nada de nada, todo.
Y así se pasó la vida.
Y nos volveremos viejos y grises
por las fotografías que ya no fueron.
Todo de todo, nada.
Y nos llovimos ríos,
Llamándonos en silencio
por nuestros nombres originales.
Todo por nada y nada por todo.
Porque en un salto del espacio tiempo,
La nada sigue siendo del todo,
Y el todo, de la nada.
Lágrimas sentidas, sonrisas y sudores;
desgarros fulminantes, estertores,
y ese silencio funesto, resignado de dolores.
Todo de tanto, que te encuentro.
Amanezco abrazada con tu aroma,
fundida en la memoria cenicienta,
refugiándome en mi aquí y en tu ahora.
Todo de nada, por tanto.
Porque nada de todo es tanto,
y tu aliento es innegablemente mío
pese a los desiertos y los abismos.
Nada de todo, entonces…
Si se huele en tu mirada y en la mía
la simpleza acorralada de un par de acordes
y un choque doble de copas perdidas.
Nada de nada, todo.
Y así se pasó la vida.
Y nos volveremos viejos y grises
por las fotografías que ya no fueron.
Todo de todo, nada.
Y nos llovimos ríos,
Llamándonos en silencio
por nuestros nombres originales.
Todo por nada y nada por todo.
Porque en un salto del espacio tiempo,
La nada sigue siendo del todo,
Y el todo, de la nada.