Tanto que te amé, y tanto que aun te quiero.
Tan seca estoy que no entiendo de dónde sale el llanto.
Por primera vez te veo a tí en vez de a mi quimera,
y al fin entiendo.
Perdón, amor: mil perdones por no entender a tiempo
que nunca serás sino tú mismo, y no lo que yo espero.
Los loqueros no estaban locos:
nunca te amé a tí mismo, sino a lo que quise ver a través tuyo...
Y me desgarra el alma esta realidad tan cruda y fría:
No quiero más esperas frustradas,
ni quiero más certeza de derrotas.
Tanta historia, tanta vida, tantas horas!
Tanto tiempo acumulado en los rincones!
Todo lo copas, lo llenas, lo inundas y desbordas...
Me aterra tanta lucidez.
Puto tiempo surrealista, puto y mil veces puto,
maldito al infinito...
Tiempo que te burlas de mis sueños, de mis ganas.
Tiempo, asesino artero de ilusiones y esperanzas.
Tiempo, que desgasta lo que era amor y no historia,
aunque fuese mi mentira...
La mentira más linda, por años mi única verdad.
Me aferré a ella con dientes y muelas,
con desesperación, con agonía.
Me morí una vez al perderla, y sin embargo volvió a mí como las mareas...
Y perdoné sin perdonar, y olvidé recordando a diario
para seguir en mi falacia con porfía patológica.
Cómo no amar nuestra historia, amor...
Y cómo no morir yo misma con este fin,
que me aniquila los sueños porfiados y obtusos.
Hoy, que no hay nada más que nosotros,
te contemplo y ya no eres, y yo no soy.
Tan seca estoy que no entiendo de dónde sale el llanto.
Por primera vez te veo a tí en vez de a mi quimera,
y al fin entiendo.
Perdón, amor: mil perdones por no entender a tiempo
que nunca serás sino tú mismo, y no lo que yo espero.
Los loqueros no estaban locos:
nunca te amé a tí mismo, sino a lo que quise ver a través tuyo...
Y me desgarra el alma esta realidad tan cruda y fría:
No quiero más esperas frustradas,
ni quiero más certeza de derrotas.
Tanta historia, tanta vida, tantas horas!
Tanto tiempo acumulado en los rincones!
Todo lo copas, lo llenas, lo inundas y desbordas...
Me aterra tanta lucidez.
Puto tiempo surrealista, puto y mil veces puto,
maldito al infinito...
Tiempo que te burlas de mis sueños, de mis ganas.
Tiempo, asesino artero de ilusiones y esperanzas.
Tiempo, que desgasta lo que era amor y no historia,
aunque fuese mi mentira...
La mentira más linda, por años mi única verdad.
Me aferré a ella con dientes y muelas,
con desesperación, con agonía.
Me morí una vez al perderla, y sin embargo volvió a mí como las mareas...
Y perdoné sin perdonar, y olvidé recordando a diario
para seguir en mi falacia con porfía patológica.
Cómo no amar nuestra historia, amor...
Y cómo no morir yo misma con este fin,
que me aniquila los sueños porfiados y obtusos.
Hoy, que no hay nada más que nosotros,
te contemplo y ya no eres, y yo no soy.