... Cinco letras.
Eso nada más.
Tan simples, tan claritas.
Ni de simples ni de claras, un carajo...
se me hace un mundo decirlas todas de corrido.
A veces siento la urgencia, como que me gritan adentro,
cuando me da por perderme en tus pupilas de infinito.
Casi, casi se me escapan:
dos consonantes y tres vocales.
¡Resulta tan evidente!
No las sentía todas juntas hace tanto, tanto,
que la memoria se me pierde un poco
en ese tiempo y espacio relativo.
¿Sería tan terrible?
¿Cambiaría mucho nuestro mundo?
Entonces la razón paraliza la lengua,
y amordaza a fuego y metal
las cuerdas vocales que se tensan.
... Ante la duda,
y frente a los riesgos...
abstente.
4 comentarios:
A veces pienso que el miedo al fracaso, la falta de seguridad en nosotros mismos, o el alto nivel de exigencia (lo que se suele decir el listón alto)pasan factura a algo tan simple, llano y hermoso como la expresión del más puro sentimiento. ¿Estaremos condenados a una falta de comunicación?
Saludos.
... Y aquí andamos, José Luis, tratando de masticar las grandes variables de tus tremendas preguntas...
poetess!...set the captives free!
Salud!
Cuánto miedo nos da pronunciar esas dos palabras... ¿Por qué será?
Besos, amiga.
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