Me has querido tanto, lluvia bella;
seda líquida, furiosa y tenue.
Agua cáustica que purga las penas
y las nostalgias de esta memoria inquieta.
Limpia toda el alma
de los cuerpos mutilados
por el dolor de las partidas,
de los adioses,
de los olvidos...
Llora el cielo como llora adentro.
Agua sabia, vital, eterna...
deja desnudas mis venas y las suyas,
que corra toda la sangre,
que no duela ya más la muerte.
Sana, cura, adormece, regenera...
respírame las emociones nuevas
y ahógale los recuerdos que no tienen esperanza.
1 comentario:
Esa es la idea, respirar las emociones nuevas y vivirlas al máximo y tu enteza me sorprende, tu puedes... y tu mejor que nadie lo sabe, lindo lo que escribes....
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