Un ladrillo con otro,
y otro más.
Una piedra,
y un poquito de arena más el cemento.
Hay que ponerle ventanas para que entre luz y un poco de aire,
pero solo para eso.
Hay que limpiar los escombros.
Hay que guardarse mucho, mucho.
Hay que construir,
juntando los errores en un saco,
y arrojándolos al río.
Pero antes,
hay que inventariar las malas acciones y los pasos en falso.
Frente a un papel en blanco y sin la autocompasión o la angustia mediante,
poca tinta le queda al lápiz.
Solo yo soy mi salvavidas;
el problema es que me da por usarlo desinflado...
Ando buscando en alguna parte de mi alma un bombín.
Sé que lo tengo guardado en alguna parte...
¡Es que tengo tanto cachureo acumulado!
y otro más.
Una piedra,
y un poquito de arena más el cemento.
Hay que ponerle ventanas para que entre luz y un poco de aire,
pero solo para eso.
Hay que limpiar los escombros.
Hay que guardarse mucho, mucho.
Hay que construir,
juntando los errores en un saco,
y arrojándolos al río.
Pero antes,
hay que inventariar las malas acciones y los pasos en falso.
Frente a un papel en blanco y sin la autocompasión o la angustia mediante,
poca tinta le queda al lápiz.
Solo yo soy mi salvavidas;
el problema es que me da por usarlo desinflado...
Ando buscando en alguna parte de mi alma un bombín.
Sé que lo tengo guardado en alguna parte...
¡Es que tengo tanto cachureo acumulado!
2 comentarios:
Veo que te ha hecho efecto la bronca cariñosa de tu amiga :)
Ten paciencia con el bombín, es de esas cosas que acaba metida en algún cajón "desastre", si para cuando lo encuentres está algo oxidado, tengo uno de esos aceites 3 en 1. Te lo presto!
Gracias, Lludria, qué grato sentirse acompañada de esta forma... Si necesito tu aceite, te lo pediré.
Muchos cariños!
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