... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

domingo, junio 24, 2012

BAJAS DEFENSAS

¿Por qué te extraño a veces, cuando la fragilidad me quiebra? ¿Por qué de vez en cuando te me cruzas y te me quedas, clavado en los suspiros profundos? ¿Por qué entiendo que me haces falta, a momentos, como hoy que el resfrío me tiene vulnerable y carente de atenciones? Maldito hedonismo traicionero, que me impide cortar lazos sin más para seguir libre caminando ingrávida. Inseguridades del carajo, que me titubean la conciencia y me ablandan las convicciones. No acierto a la tranquilidad que busco, porque en la debilidad del cuerpo aflora triunfosa la fragiidad del espíritu. ¿Cómo mato tu recuerdo, tu cariño, tu cuidado? ¿Cómo lo hago, si hay instantes en los que quisiera tenerte aquí conmigo más que nada en este mundo? ¿Por qué no puede tenerse todo, contar conmigo siempre y contigo de vez en cuando, como ahora? ¿Por qué no puede tenerse todo? ¿Por qué debo conformarme con este yo autovalente, que precisamente hoy vale tan poco? Para los bichos, antibióticos; para tu ausencia presente, el silencio... Y una petición humilde y sanadora al Universo: Que me baje la fiebre de tu lengua, que se alivie la tos de tu saliva. Que mi piel se despida para siempre de ese tacto adictivo, sutil y firme. Que esos ojos de diamante y esmeralda no brillen más en mi memoria, y que ese abrazo a la medida me abandone de una vez y para siempre. Que me abandone la complicidad del guiño, la mariposa dormida en las entrañas, el imaginario abstracto e inconcluso de tantos proyectos que no fueron, que no serán, que no existieron. Que así sea, que así sea, que así sea.

miércoles, junio 06, 2012

LO QUE EL VIENTO SE QUEDÓ

Me quedo con el polvo de las hadas, con el brillo de tus ojos, con el caleidoscopio azul y el chaleco regalón. Dejé un beso escondido en tu cepillo de dientes. Necesito escribir, pero hoy no puedo hacerlo. No tengo fuerzas, no tengo alma. Lágrimas tan solo. Tal vez mañana, como Scarlet O'Hara.