... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

martes, diciembre 07, 2010

GRATITUD

Me gusta sentir tus manos dormidas en medio de la noche; ese abrazo siempre tibio, suave y firme, sutil y simple. Vital. Me agrada no estar despierta en lo absoluto y acurrucarme para calzar con tu espalda y tus piernas. Me encanta tomar tu mano y que sonrías en sueños. Me encantas, te lo digo siempre. Es que me haces bien, no hay caso. Trasciendes, y me llevas en ese camino contigo. Y me río sola, y me sonrío con mi alma, escondida, mientras me hago la dormida cuando me acaricias la frente. Agradezco, cómo no. Doy gracias por reconocerte, por aprender del simple hecho de respirar, de sentirme creciendo, en una expansión ilimitada, brillante, humilde, sincera. Me sorprendo por verme domesticada, aprendiendo a recibir ese cariño que insistes tanto me merezco a raudales. Doy gracias por las líneas intrincadas del ida y vuelta que tiene la vida, esta vida de regalos y de magias… Porque si no es por artilugio, que alguien me explique por qué tus pupilas cambian en un loop intenso cuando me ves decir te amo, por qué me pierdo ensimismada en el eclipse de un beso tuyo cortando todo atisbo de razón, y por qué aparecen un par de supernovas arrancándose de esos ojitos de caleidoscopio si se me ocurre regalarte una sonrisa…

lunes, octubre 04, 2010

PÉRDIDA TOTAL

Llanto mudo, gritos sordos; marchita, mustia, acabada, inerte. No hay luz, no hay esperanza, no hay retorno. Es imposible desandar los pasos, descontar las horas, deshacer la angustia.

Había olvidado la urgencia de un cigarrillo apenas al abrir los ojos, el batallón asesino de lagrimones que ataca en los momentos más inoportunos y la fiesta satánica de suspiros que hacen orgía entre el esternón y la garganta.

Qué ganas de aullar hasta la afonía de tu nombre; qué ganas de lobotomizarme el corazón; qué ganas de hacer suicidio de memoria. Qué ganas de olvidarme, para olvidarte de algún modo.

Me quedé sin vida, vida mía. Me quedé desnuda, tiritando, susurrando un “no te vayas” a tu presencia ausente, sumida en un vacío absoluto y feroz, reducida yo a una sombra aminorada de tu pérdida.

viernes, septiembre 24, 2010

SILENCIO

Necesito callar esta ciudad para poder oírte.
Te me quedas pegado aquí en el pecho,
silencioso y triste como la gravilla de las plazas,
y mi porfiado balbucear de viento contaminado
marchita la frescura de tus flores tempranas…

Debo hallar la forma de apagar Santiago para reencontrarte,
para hacerte llegar todos los besos y suspiros
que hacen berrinche noche a noche junto a mi cama
porque te extrañan tanto que insomnian insolentes el cansancio…

Busco el modo de enmudecer el estruendo para contemplarte,
y volver a perderme plenamente en tus ojos de infinito,
en esas pupilas tornasoles que sonríen y alimentan mi aliento…
Me haces tanta falta que tu ausencia asfixia mi presencia,
y tu congoja mata mi esperanza.

sábado, septiembre 11, 2010

SORDERA ESTRUCTURAL

Disfónica de poesía,
que me susurra en cómplice silencio.

Muda de sonrisa,
ciega de latidos,
con sordera estructural.

Soledad artera, melancolía inútil:
debilidad eterna, contraproducente,
poco inteligente, fuera de sentido.

Tonta, arrebatada, irracional.

Y, otro tú, niño triste y asustado,
que me empujas al abrazo imaginario
de mi fantasma ausente,
el que se queda siempre conmigo,
no entendiendo que en presencia conjunta
el universo entero se nos entregaba
con la docilidad de un ronroneo...

Tonto, débil, insensato.

jueves, abril 22, 2010

PLENITUD

Esta quietud de latidos y sonrisas
me tiene el corazón absorto.

Reírse, reírme, reírte y reírnos...
Válvula directa del alma, la carcajada,
para no explotar de tanto sentimiento.

Los suspiros son lo mismo,
reflejo corpóreo para alivianar un espíritu
que no tiene cómo acomodarse en el pecho.

Un abrazo sigue al otro,
y los besos retozan madrugadas enteras.

Quedarme acurrucada para sentir y sentir y sentir...

Qué bien se siente la felicidad.

domingo, abril 11, 2010

URGENCIAS

Esta urgencia de sentirte me está torturando;
se me va la voluntad, la fortaleza, la energía.

Añoranza cotidiana,
ahora tan mía como la piel misma.

Esta urgencia de tu abrazo
me vuelve pesados los hombros,
el alma, la garganta.

Nostalgia que me enrostra
la evidencia del no retorno.

Urgencia de regocijo simple
por ver el crisol de tus ojitos de caleidoscopio,
por besar rápido tu mejilla y contemplar
el nacimiento eterno de esa minúscula margarita.

Amor de viento y agua, que te tornas por ausencia
pura lágrima y suspiro.

Tengo en mí la urgencia de compartir contigo
lo que tengo y lo que soy,
de hacer de la distancia una excepción
a esta regla torcida que aprieta y estruja
la esencia del alma y los sentidos.

viernes, abril 09, 2010

POESÍA

Hay una condena no prescrita;
cadenas de plata y fuego,
instintivas, cáusticas,
eternas, invisibles.

Hay una sentencia silenciosa
a amarse de por vida,
pues por todos los caminos del mundo,
seremos siempre juntos poesía...

Sentir de vida y muerte
de gratitudes cómplices,
de respeto mutuo.

De mirada tuya,
de sonrisa mía.

Abrazo contenido,
sin calendarios ni relojes.

Palpitar profundo
de mitología y guerras frías.

Todas las copas del mundo serán pocas:
tiembla Baco y se solazan las musas...

Los sentidos no cambian a tu paso.

Todo el silencio y toda la risa
permanecen unidos
mientras sigas explotando,
poesía.

sábado, abril 03, 2010

MEMORIA VIVA

Extraño sentirte piel y sudor;
horas eternas de hambre vital y latidos.
Tus piernas contrayendo las mías en una pugna ansiosa,
retorciendo suspiros ahogados
y gimiéndote el alma en un abrazo.

Asombro. Deleite. Delirio.
Tu lengua y la mía, una sola.
Tu pecho en el mío como agua de mares infinitos.
Apetito insaciable de caricias,
fusión absorta de sentir perfecto.

Reclamo en propiedad todo tu aroma,
dedos de escafandra, y las mareas de tu lengua ansiosa.
Se quiebra mi cintura y se estremece,
y tu espalda exquisita se rinde ante la urgencia de mis manos.

En ti queda mi realidad de continente doblegado:
océanos y playas, mis colinas y llanuras.
Te llevas en un jadeo la última certeza
y un estremecer de lava inunda esta memoria viva.

jueves, abril 01, 2010

DOÑA ANA

Ana ha sido una mujer intensa.

De pasos firmes y ágiles, determinada, pasional, práctica.

Con un amor enorme por la cocina y por las plantas, aunque no tanto por los animales. Mata gatos y enseña a usar la onda para tales efectos.

Ana se fue a vivir sola temprano, a trabajar duro, siendo muy joven y en un tiempo en el que era difícil hacer vida independiente siendo mujer en Chile.

Ana ama el baile, la risa y la armonía. Sobre todo la música española, es una delicia oírla cantar "El beso". Tiene un humor irónico y es sumamente ingeniosa. Posee un dinamismo contagioso, y a veces algo abrumador.

Ana es sumamente ahorrativa, organizada y hacedora. Soluciona con la misma facilidad una rodilla pelada de un niño lloroso como la filtración de algún baño. Inventa cosas, como la rueda de regadío donde los nietos hicieron nata por veranos eternos.

Ana es de voz destemplada y gritona, impaciente y porfiada como pocas. Para quienes quiere, jamás faltarán en su casa ni camas ni un plato de comida. Y ella quiere a mucha gente.

Ana usa un gorrito de lana para cubrir sus pocos pelos, un chaleco marrón y unos aritos de oro en forma de botita. Da la impresión que hubiese nacido así, con gorrito, chaleco y aritos.

Jamás se la ve tranquila y mucho menos quieta; se levanta al alba y se acuesta con las gallinas. Y siempre, siempre que está en el patio, se la ve con el culo al cielo ya sea plantando o desmalezando, arremangados los brazos y con un pañuelo para secar el sudor de la frente que saca cada cierto tiempo.

Hace mermeladas que más parecen ambrosía, zanja aceitunas con la rapidez de un cowboy en un duelo a muerte y tiene los deditos verdes pues todo lo que toca germina.
Es cosa de ver sus violetas de persia.

A doña Ana se la respeta y a veces hasta se la teme. Todo el mundo la conoce, si no por su genio, por su habilidad para los negocios o por lo buena samaritana.

Porque además tiene conciencia social. Mucha. Por eso se casó con un hombre hecho para ella. Y eso, además de causarle felicidad a borbotones, le costó en su momento varios miedos, dolores, impotencias y angustias. Casi le cuesta algunos hijos. Pero no se arrepiente de nada, cómo hacerlo, si ha sido tan feliz. Es la vida, nomás, como ella dice.

Doña Ana es tan porfiada que cuando los médicos le dijeron que quedaría postrada en cama de por vida tras sufrir un atropello, decidió que qué sabían ellos y volvió a caminar de puro tosuda que es. Del mismo modo, cuando le salió un tococo en la teta, como ella le dijo al pasar a sus hijas bien entrados sus 80, decidió que el cáncer de mamas no era una cosa para andarse muriendo así que la operaron y quedó fresca como lechuga de guarda.

Doña Ana tiene cinco hijos y una cantidad de nietos que me da miedo contar. Varios bisnietos ya a estas alturas también. Crió hijos ajenos como propios, cuidó en salud y enfermedad no solo a su marido sino a quien así lo requiriera.

Doña Ana es un poco todos nosotros. Lo digo en serio, porque es mi abuela. Y porque la veo a ella en el humor de mi papá, en la voz de mi tía Anaberta, en lo inquieta de mi tía Nina, en lo porfiada de mi tío Juan, en la sonrisa de mi tía Cecilia (no sigo con los nietos, y menos con los bisnietos; sería de nunca acabar)

... Este es mi modo de compartir con el mundo todo lo que la quiero.

miércoles, marzo 31, 2010

DE LA RABIA Y OTRAS MIERDAS

Me cuesta expresar la ira.

Años atrás se me arrancaba a borbotones, descontrolada como cascada sobre las mejillas, con ese ímpetu de macho cabrío sin posibilidad de dominio.

Me carga expresar la ira.

Hoy la siento de una forma más compleja, con paños fríos, con riendas puestas. Ya no me machaca el pecho ni me acalora: ahora se me enfría el alma y me arremolina la nuca.

Me duele expresar la ira.

Y por eso no lo hago; mi abuelo me enseñó que las palabras son como papel picado... una vez que las lanzas al aire, no hay cómo recogerlas.

Me limita silenciar mi rabia.

Porque la excesiva sensibilidad me coarta, y no termino de entender cómo podrán sobrevivir juntos un ego sobrealimentado, que porfía en ponerse la ropa de una esbelta empatía, y una raquítica autoestima disparando sin miramientos saetas venenosas desde la trinchera de la mordacidad.

viernes, marzo 19, 2010

MUNDO IDEAL

En un mundo ideal no existen las distancias ni la ausencia;
el tiempo se queda en un refrigerador
junto al frappé de unos caipirinhas preparados por tí,
y la nostalgia duerme la siesta bajo un sauce.

En un mundo ideal, un zapallo gigante nos sirve de casa
y tenemos un jardín tan grande como el planeta.

En un mundo ideal,
la quebrá del ají es nuestro patio trasero,
y la tierra regala al día siguiente
lo que plantamos la noche anterior.

En un mundo ideal no hay pasajes, ni despedidas,
ni esperas, ni camas frías.

En un mundo ideal no hay niuna lágrima, sólo la lluvia;
el sol se queda pegado eterno en un atardecer multicolor
y en un medio cielo la luna ilumina todo
inventando senderos de plata.

En un mundo ideal hay vertientes de vino y hamacas de dos plazas;
nunca hace demasiado frío y el calor no sofoca ni separa.

En un mundo ideal siempre hay cigarros y café,
los muros no tienen relojes ni calendarios
sino cuadros vivos y ventanas, tantas ventanas...

En un mundo ideal,
cabemos sólo nosotros y toda la alegría
de sabernos por fin frente a frente.

martes, marzo 16, 2010

FÉMINA NEANDERTHALIS

Contigo me pasa seguido. Me siento una Neanderthal, casi un animalito, una ameba emocional que no sabe cómo moverse. Una niña de cinco años manejando una camioneta, una abuelita tratando de tejer con los guantes de cocina puestos, un enfermo de Parkinson en una cristalería.

Me siento una bruta contumaz. Una mujer metida en criogenia despertando, que aprende recién y a punta de hacer daño sin querer, lo juro, a fijarse realmente en los sentimientos del otro. A mirar de veras. A escuchar en serio.

Por eso intento usar pinzas para tratarte... pero esto de estar recién entendiendo el cómo usarlas, me hace pellizcarte de vez en cuando en el aprendizaje. Cómo lo siento. Cuánto lo siento.

En un arranque de patudez, solo quisiera pedirte algo: créeme cuando te lo digo... no es intencional.

miércoles, marzo 03, 2010

CARENCIA

Me faltas al buscar tu rostro dormido
en la almohada de junto,
para contemplar sin tu permiso
ese rictus de osezno hibernando.

Una carcajada suicida queda en mi garganta
porque no hay oídos que la celebren;
se me quedan dormidas en las manos
tantas caricias sin eco...

Mi ombligo tiene un beso apasionado con el tuyo
retenido como prisionero de guerra,
y tu lectura en braile del mapa de mi espalda
tortura en venganza esta memoria morbosa...

Me sobra este tonto cuerpo
para traspasar el tiempo y el espacio,
quedándome en presencia ausente, siempre contigo.

Me faltas cuando trato de conciliar el sueño;
no hay almohada como tu pecho para acurrucarme,
extraño tus manos reposando en mi espalda,
falta entrelazar estas torpes piernas con las tuyas,
no encuentro tu cuello para sacarme este suspiro
ahogado por no sentir tu olor...

Me faltas.

martes, febrero 23, 2010

DOS PALABRAS

... Cinco letras.
Eso nada más.
Tan simples, tan claritas.

Ni de simples ni de claras, un carajo...
se me hace un mundo decirlas todas de corrido.

A veces siento la urgencia, como que me gritan adentro,
cuando me da por perderme en tus pupilas de infinito.

Casi, casi se me escapan:
dos consonantes y tres vocales.
¡Resulta tan evidente!

No las sentía todas juntas hace tanto, tanto,
que la memoria se me pierde un poco
en ese tiempo y espacio relativo.

¿Sería tan terrible?
¿Cambiaría mucho nuestro mundo?

Entonces la razón paraliza la lengua,
y amordaza a fuego y metal
las cuerdas vocales que se tensan.

... Ante la duda,
y frente a los riesgos...
abstente.

jueves, febrero 04, 2010

ALGO LINDO

Algo lindo, precioso?
Algo lindo para decir?

Digo tu nombre y con eso debiera bastar,
porque lo resume todo.

Pero no.

Se me quedan mil cosas adentro...

Que te extraño a cada respiro,
que esta añoranza me tiene enferma,
que el corazón se me acelera cuando te pienso,
que se me arrancan los suspiros de tanto anhelo...

Algo lindo para decir,
porque en la distancia nada se puede hacer.

Solo me queda dejar emisarios estelares,
a la espera... siempre a la espera...

¿Te seguirá la Cruz del Sur
para darte mis besos en la frente?

¿Podrá la luna iluminar las caricias nonatas
que se me quedan ardiendo en las manos?

¿Querrá Morfeo ser nuevamente cómplice
en mis ganas de dormir juntos esta noche?

Horas, precioso.
Cuento las horas.

No queda más que eso.

martes, febrero 02, 2010

PRINCESA ROSA

Las princesas rosas son sutiles y correctas;
adecuadas, silenciosas, comprensivas y pacientes.

Una princesa rosa debiera saber cuándo callar,
cuándo reír y cuándo besar. No debiera jamás llorar,
ni hacer sufrir a quienes ama, pues es perfecta.

Lo cierto es que disto mucho de ser una princesa rosa:
soy dispersa y tengo un ego del carajo,
me cuesta mares de llanto soberbio reconocer un sólo error,
y como guinda de la torta, hablo con palabrotas.

El orgullo me juega en contra la mayoría de las veces;
hablo demasiado, soy extremadamente literal
y tiendo a tomarme en serio cada palabra escuchada...
Soy pésima distinguiendo lo serio de la broma.

Tengo una manía crónica por simplificar las cosas,
a desentenderme de todo, y luego
a quedarme con sentimientos de culpa cuando
- siempre sin querer - hiero a los que amo.

Las princesas rosas no son impacientes,
ni sienten necesidad de gritar de vez en cuando,
y tienen el don de la telepatía...
del que definitivamente carezco.

No quiero convertirme en una princesita rosa;
como mucho, puedo vestirme en tonos lilas de vez en cuando,
y caminar conversando contigo,
entendiendo -aliviada-
que tampoco te vistes de azul.

miércoles, enero 27, 2010

PREGUNTAS

... ¿Cómo te digo que me acostumbré a estar contigo? Se me volvió familiar la llanura de tu pecho, la tersura de tu espalda, tu delicioso cuello eterno, nuestros abrazos a medida. Me acostumbré a tus besos matinales, a tu voz arrulladora susurrando buenas noches, a tu pelo cayendo en cascada sobre mi erizada espalda...

... ¿Cómo contarte que extrañaré mil cosas? Tus dientes roedores, tus dedos de escafandra, tus pupilas habladoras, ese breve espacio vacío en tu espalda, la sutileza tentadora de tu oreja derecha, tus terribles labios imantados, el café a medio helar después de almuerzo, los mil y un intentos frustrados de salir para no hacer nada.

... ¿Cómo te digo que no quería que te fueras? Me hubiese encantado detenernos en ese espacio y tiempo paralelo, donde compartimos mucho más que la cama, unas copas y un par de cigarrillos...

... ¿Cómo te digo que desde esta mañana andaba con nostalgia anticipada, porque sabía que al volver a casa mi pieza estaría llenísima de tí y de esa mezcla que hacemos juntos?... ¿Cómo decirte que me quedé triste porque no quería despertar y sentir tu ausencia?

... ¿Cómo puedo explicar lo que me pasa, terrón de caramelo? Extrañísima sensación agridulce de certeza, porque se que te sucede lo mismo...