... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

miércoles, febrero 21, 2007

TU NOMBRE

Me pides que te nombre, fauno sibarita,
como si no fueran suficientes los mil nombres
que tus amantes estelares ofrendaron a tus pies.

Un nombre requieres, sibilino descarado,
locuaz, perenne, imprevisto.

Identidad ungida de mitos y jadeos, que se confunde
entre sonrisas cómplices y miradas habladoras.

¡Tantos nombres tienes, y exiges uno nuevo!

No te basta ser sueño, poesía,
hombre, noche, canción y locura.

Nombre demandas, sátiro embriagado e irreverente.
Tú, el desenfrenado, el irreflexivo…
El definitivamente único e irrepetible.

Hay, volátil coribante fugitivo de ti mismo…
¡Puedes tener todos los nombres que quieras!

Puedes ser Esquilo y crear a tu semejanza
el Prometeo Encadenado.

Si quieres se Alceo, el poeta compañero
en aventuras y letras de la tremenda Safo.

Asúmete pretenciosamente como Anquises,
ese que fue amante nada menos que de Afrodita.

Si prefieres, vive como el padre de Morfeo
y vuélvete el Sueño Originario, Hipnos.

Pero no me pidas que te invente un nombre, querido mío;
resulta imposible limitarte a una sola palabra,
habiéndome entregado las mismas manzanas del Jardín de las Hespérides
en nuestros siderales encuentros.