... La que escribe.

Mi foto
Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

jueves, enero 17, 2008

BITÁCORA DE AÑO NUEVO (PRIMERA PARTE)


La poesía anda escondida vaya una a saber dónde, tal vez se haya ido de vacaciones antes que yo misma. Sin embargo, he estado inquieta porque tengo botado mi espacio, que también es de ustedes. A ver si les interesa saber un poco del último viaje en el que anduve metida…

En un arranque fugaz, tomé mi maleta y partí a Calama, a visitar a mi compadre Ricardo y mi comadre Paula (y mis ahijados Alain y Antonia), a quienes no veía desde hace ya demasiado tiempo. Ocasión: pasar los días previos a la celebración de Año Nuevo allá, exorcizando demonios y abrazando a los queridos.

Calama es una ciudad pequeña, situada al norte de Chile, en la segunda región, exactamente a 1.225 kilómetros de Santiago y a 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Posee casi 150 mil habitantes, y está asentada en pleno desierto de Atacama (el más árido del mundo). Dicen, como comentaba en el post anterior, que es la “tierra del sol y del cobre”, ya que su clima ostenta vigoroso solamente días despejados y apenas llueve una vez al año. Y el suelo mineral de la pampa es tan abundante en cobre, que donde se le ocurra a alguien hacer un hoyo se encuentra fijo un yacimiento cuprífero.

La radiación solar es intensa, así que apenas un paseo al centro de la ciudad bastó para ponerme en la alarmante necesidad de adquirir bloqueador. El cielo, maravillosamente azul, parece inclemente frente a rayos tan potentes. Corre viento, claro, pero no olvidemos que es desierto; por ende, las tormentas de polvo (que no es arena, porque la textura de nuestro desierto es muy diferente a la del Sahara) hacen casi imposible el aseo acabado en las casas y la respiración continua en una caminata.
Todo alrededor de Calama es una gran y estéril llanura; se ve muy al fondo, hacia la cordillera, un cordón de volcanes que se presienten cuando las ventoleras amainan. Hacia el norte, a no más de 15 kilómetros, se avizora el pueblo muerto de Chuquicamata, asentamiento que cobijó cómodamente a los trabajadores de la mina a tajo abierto más grande del mundo y que tuve la posibilidad de recorrer brevemente por el apremio del tiempo. Es tal la cantidad de relave que extraen de la mina, que se vieron en la necesidad de cerrar el pueblo para comenzar a taparlo con los mismos desechos.

Es por esta cercanía agreste con la fiereza del clima y la abundancia de asentamientos mineros que la zona sea tan abundante en casas de remolienda; niñas "que te tratan de tú" hay a cada vuelta de la esquina... la existencia de tanto perro vago rondando la ciudad, me cuesta justificarla, así como lo que, alarmada, me contó Paula... la desaparición de menores en el desierto es preocupante.

Muchos ven con ojos tan áridos como el clima la posibilidad de pasearse por estas tierras; sin embargo, la maravilla cromática que te entrega el desierto supera incluso las novelas de Hernán Rivera Letelier, el pampino enamorado de su desierto que tan increíbles historias narra en sus novelas. Amarillo, naranja, café, dorado, verde, algo de azul incluso, y mucho rojo… todo varía según la hora y el viento.

Demás está decir que no nos quedamos solo en Calama, sino que mi compadre fue un tremendo guía turístico por la zona. Pero, parodiando a Michael Ende, “eso es parte de otra historia, y será contada en otra ocasión”.



14 comentarios:

PEKOSA dijo...

Hola Mallén: Felicidades por el nuevo año, que sea genial...
Siempre he sentido curiosidad por esa ciudad... y ahora que te leí más aun... jajaja... pero bueno.... la recomiendas???

un beso... que estes super...

Anónimo dijo...

fantástico, parece como si hubieses sido absorvida por un libro de Julio Verne.

cómo lo relatas, sin duda esta sí que es una novela de aventuras, pero reales. impaciente estoy por que llegue la siguiente entrega.

besos.

Anónimo dijo...

Magnifico viaje!!!

Sintagma in Blue dijo...

Interesante lugar. Qué envidia.

No dejes de contarnos más cosas.

ClaudiaRG dijo...

que interesante lugar!!! Yo he viajado mucho a chile... se de sus diferentes paisajes y clinmas... tan larga franja y tan variada...
Calama se parece mucho a mi patagonia... digo mi patagonia... porque la de ustedes es verde, boscosa... la mia es arida y desértica... tiene un no se que... que me atrae y realmente solo a los que nacemos aqui nos gusta y disfrutamos de los colores del su paisaje.
Un beso enorme!

Claudia

Paços de Audiência dijo...

Algo totalmente desconocido, demasiada curiosidad...

Andybel dijo...

.-EVA: Sí, como dice Marcos, parece un relato de una novela de aventuras.

.-En realidad, nos presentas un lugar algo inhóspito, pero de tal manera lo haces, que ahora mismo me gustaría estar allí y gozar con la visión de esos paisajes.

.-Que seas feliz con tus compadres en Calama.

.-Saludos desde el Mediterráneo en Cosas y Casos.

Mallén dijo...

Pekosa: ¿¿¿Peka, con blog??? pero qué gusto!!!! Te leo, lo tengo abierto. Y respecto de si la recomiendo, pues sí, claro, pero como centro de operaciones para todo lo demás. Cariños, y feliz 2008!

Marcos: Huy, yo a ese lo leí tanto, tanto, cuando era pequeña! No le llego ni a la mugre de los zapatos. Y ando buscando bien las fotos para complementar bien el próximo post.

Goroka: Gracias, sí, así fue. Saludos!

Sintagma: Jajaja... tu hablas de envidias, después de tu odisea por México, querida? Seguiré contando, prometido.

Claudia, la de la boca callada y el corazón parlanchín: Muero por conocer la patagonia argentina. Lo árido es similar a nuestro desierto, al menos según lo he visto en películas y documentales, aunque la temperatura es bien, bien distinta... Cariños, mujer.

Cabezota: ... Y esto es sólo el principio, jejeje...

Andybel: Es que el paisaje hace que una se sienta tan pero tan pequeña... Cariños, Andybel!

Denise Makedonski dijo...

Mi querida amiga..me emocionó mucho encontrar tu comentario en mi vieja casita del femenino..gracias mil por ir y por darte tanta molestia...como vez por allí siempre ando..y bueno mi amiga la inspiración a veces nos abandona por tiempos, como si las musas se fueran de vacaciones..pero esos viajes siempre nos renuevan y nos dan temas nuevos para inspirarnos..que bueno que te diste un tiempo para viajar y descansar ....te dejo muchos cariños sinceros..tu amiga..Denise

Denise Makedonski dijo...

ah me olvidaba decirte que te dejé mi email en un mensaje privado en el femenino..puedes ir a leerlo..muchos besitos..Denise

Alan dijo...

Interesante. Aunque árido, parece un paisaje digno de ser visto. Seguro que es muy distinto a los destinos turísticos a los que estamos acostumbrados.

Saludos.

Viole dijo...

Hola, me imagino lo árido de allá, te envío un saludo desde La Seren, y todo ha sido magnifico e incríble..., y te llevaré tus dulces!!!

jejejeje, Qué estes bien y nos vemos!

A.M. dijo...

Primera vez que visito tu blog y me ha encantado, no conocía Calama, pero a partir de ahora no solo conozco una nueva ciudad, sino que además un blog la mar de interesante. Seguiré visitándote.
Un abrazo muy grande linda!

Mallén dijo...

Denise: Ya tengo tu correo; prometo escribir pronto. No doy fecha para no comprometerme y luego no cumplir, pero de que lo hago, lo hago.

Alan: Sí que lo es! Un saludo afectuoso desde estos lares.

Viole: ¿Cuándo vuelves? Ya medio extraño conversar contigo!

Iris: Bienvenida a este sitio, que armamos un poquito todos con mis comentarios y reflexiones y sus experiencias y aportes. Venga cuando quiera. Bello nombre, Iris, de origen griego.