... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

viernes, noviembre 17, 2006

EL BANQUETE


Dos miradas acechan sobre la mesa dispuesta:
las ansias, el hambre voraz,
el delicioso apetito del carnívoro por devoción
más que por naturaleza.

El menú no puede ser mejor;
la cuota salina de sudor a raudales
se mezcla sinuosamente con el deseo
desbordado en la entrepierna.

La dulce combinación de las salivas anhelantes
hace perfecta conjunción
con el bouquet profundo del aroma esencial,
ese que emana justo tras los lóbulos antes de un orgasmo.

Todo lo anterior, decorado sutilmente
por las enviciantes hebras del placer,
empuñando sábanas y (a veces)
cabellos del comensal contrario.

Para el postre, recomendamos servir bien caliente
y deglutir con pausa;
si no, se pega a la garganta,
lechoso y desvanecido.

3 comentarios:

Fa dijo...

Hay banquetes de nunca debemos perdernos....


Definitivamente....

Leccion aprendida....

Habra que tomar la iniciativa.....


Faby

Anónimo dijo...

Sin duda, a los diablos nos encanta que las doncellas beban los profundos caldos de nuestro organismo... pecadora!!!!!! Te mando este poemita de uno que se esta quemando por aquí:
Y que yo me la llevé al río
Creyendo que era mozuela,
Pero tenía marido

Fue una noche de Santiago
y casi por compromiso
Se apagaron los faroles
Y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
Toque sus pechos dormidos
Y se me abrieron de pronto
Como remos de jacintos…

Yo me quité la corbata
Ella se quito el vestido
Yo, el cinturón con revólver
Ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracoles
Tienen el cutis tan fino,
Ni los cristales con luna
Relumbran con ese brillo
Sus muslos se me escapaban
Como peces sorprendidos,
La mitad llenos de lumbre
La mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
El mejor de los caminos
Montado en potra de nácar
Sin brindas y sin estribos….

F García Lorca

Anónimo dijo...

sentir que tu cuerpo se estremece... uyyyy lo siento... siento la vida, mi vida que comienza al subir por mis piernas.... siento mis ojos fulgurantes... la palabra... tu palabra es sentir.