... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

viernes, noviembre 17, 2006

ERATO

Ella es alta, grácil, leve.

Distinguida entre sus hermanas
por la sinuosidad de sus caderas
y el andar cadencioso de su pelvis.

Le adornan el pecho
dos magnolias de pezón pequeño,
que se balancean al compás
de cada suspiro, roce, mirada o sutileza.

Con el sonar tenue de la cítara
embota los sentidos de todo y todos...

Por eso inventó ese instrumento.

Para saturar; para provocar; para incitar;
para excitar hasta la incontinencia
a quien ose cruzar su camino.

Tiene, como dijo el cubano,
el don de la palabra precisa y la sonrisa perfecta.

Es asertiva, brillante,
enviciante, magnética.

Su piel es tan blanca que duele la vista,
y su pelo tiene los colores del viento.

A la luz de las velas se transforma en galana y prostituta...

Ella es la Amable, la Amorosa.

Ella es quien definió la sensualidad de las letras,
la musa de la poesía erótica.

2 comentarios:

Fa dijo...

Pucha viejis....

Tu arte crece con la vida...


Esto se esta poniendo cada vez mas entretenido!!!


Besus


Faby

Anónimo dijo...

Eva
yap te mando este poema no sin envidia... pero la envidia es propia de los que estamos en el infierno
Admiro cada parte de tu cuerpo,
Eres un barco navegando en aguas de mi anhelo.

Derramas magia en cada paso que das
Preso estoy cautivado por tu andar.

Deseo cada centímetro de tu piel.
Tus senos dos esbeltas pirámides
Desafiando mis miradas y mi silencio.
Tus pies desnudos descubren
La cálida naturaleza que encierras por dentro
Tus piernas se deslizan como hermosas columnas
Sustentando la base de tu centro.
Tus nalgas una copa rebosante de sustentos
La cintura el aro del tiempo
No cruzas tus calles marchitando ese cetro
Tu espalda es tan suave que acaricia cualquier atuendo
Tu cuello es el mástil hergido
De mil banderas al viento
Tu cabello se entrecruza con mil rayos de banderas al viento
Tus maravillosos ojos espejos de tu alma
Manantial de aguas encendidas por lo incierto
Tu nariz coincide con el ángulo perfecto
De una boca manjar de mis desvelos.

Te deseo porque eres mi flor hermosa
Provocando la ira de Venus.