... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

jueves, junio 14, 2007

TRAS LA LLUVIA, EL FRÍO

¿Alguna vez han pasado Frío?
Pero no tiritones nomás, o escalofríos por una ventolera...
Me refiero al Frío de verdad, con mayúsculas, ese que te cala los huesos,
ese hielo húmedo y espeso, asfixiante, de muerte,
que no te deja dormir y apenas te permite respirar porque los pulmones duelen;
hablo de ese Frío que primero hiere y después adormece los miembros...
Casi no se sienten las piernas ni los brazos,
la nariz medio se desprende y da la sensación de que los sesos se te escarchan;
primero te mueves, desesperado, tratando de desentumecer tu cuerpo...
Y luego te quedas quieto, resignado pero al mismo tiempo
luchando con porfía por mantener el poco aliento tibio dentro tuyo.
la nuca es apaleada, los ojos lloran y es peor aun
porque el ardor en las pupilas es insufrible.
Es extraño, pero con ese Frío contumaz dan ganas de orinar.
Es peor, porque aflora lo peor del ser humano
y envidias ese calor que se escapa de tí mismo.
Ese Frío, amigos y lectores...
Ese Frío de mierda lo vive la gente pobre en nuestro país
después de cada lluvia inv/fernal.
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En una reflexión liviana, pensé el martes con alegría que por fin llovería, excelente excusa para invitar a mi mejor amiga a devorar unas sopaipillas pasadas (que humildemente me quedaron soberbias); además, finalmente arreglaron el tema de los radiadores en el edificio, así que cuento con calefacción como corresponde. Mi trabajo tiene aire acondicionado, y se me ha vuelto una costumbre burguesilla el manejarme en taxi cuando el clima no es propicio.
Yo no paso frío hoy; cómo hacerlo, con tantas comodidades. Pero anoche tuve pesadillas... De algún modo, abrigada en mi cómoda cama como estaba, reviví esos fríos espantosos que comentaba más arriba (porque alguna vez los viví; de qué otro modo podría describirlo de esa forma)
Y me desperté angustiada, no por mí. Me pasa siempre en invierno, cuando llueve: me da por pensar en la gente que vive en situación de calle, en el Luchito o la señora María, personajes que conocí, que son reales aunque la gente insista en hacerlos invisibles al caminar por las calles envueltos en abrigos y enfundados en guantes, sombreros y bufandas.
Los pobres de nuestro país no son un invento de los partidos políticos ni de las religiones de turno. Tienen nombre, identidad, necesidades, sueños pisoteados, temores hechos carne, y hoy por hoy, mucho, muchísimo Frío.
Por eso aplaudo a la indendencia, la Oremi, la Junaeb, la Cruz Roja, el Hogar de Cristo y otras organizaciones sociales... que hacen algo al menos, mucho más que hacer nada (la nada de todos los criticones eternos que nos llenamos la boca el 97% de las veces con palabras de buena voluntad como éstas líneas, mientras seguimos abrigados y enfundados en plumas de ganso y con un humeante café en las manos)
El martes, mientras yo pensaba en comprar la chancaca para mis sopaipillas, se estaba habilitando el Estadio Víctor Jara para que las personas en situación de calle recibieran atención médica y social, abrigo, alimento... gotitas de humanidad, que serán desparramadas en el mismo recinto que hoy está habilitado como refugio hasta el domingo.
Hoy, yo desperté con el Frío en la memoria y la empatía... tras despertarme bien, sonreí al saber que más de 100 personas para las que esa pesadilla es realidad cotidiana, habían dormido tranquilos. Eso es mucho más que nada; ojalá la señora María y Luchito estén allí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola mi Niñaa...

Pucha, si... de verdad que me encanta la lluvia... es rico como dices disfrutar nuestras comodidades...

Pero aunque yo he tenido la suerte de no sentir ese frio que mata... si he visto y comocido gente que lo vive siempre... y que asi y todo, si estas en su casa, se desviven en que tu no lo sufras... "uno ya esta acostumbrado, pero usted no pues..." suele ser la respuesta...

Es fuerte amiga... muy fuerte...

Besos!!!

guy fawkes dijo...

Mallén:

Anoche fui a cooperar al Estadio Victor Jara no vi a Luchito... a la señora María no creo conocerla, pero había harta gente, la mayoría abuelitos ( en realidad no se si son tan abuelitos o simplemente la vida ha dejado su huella más marcada en sus rostros)
Tienes toda la razón cuando dices que para entender lo que viven los pobres después de los día de lluvia hay que vivirlo en carne propia. Y no estamos hablando sólo del frio que se pasa bajo techo, sino en ese frio que sienten los que viven a la intemperie, los que, como Luchito, viven bajo los puentes y, ojo, a las puertas de las iglesias, o afuera de cualquier casa ( como el señor que siempre estaba por Curiñanca en San Miguel) hasta de la nuestra.
Más encima, no falta el fresco de raja que los critica por estar tomando vino; acaso creen que con los pocos pesos que reunen pidiendo les va a alcanzar para un scaldazzono?.
Damas y caballeros: estamos en los tiempos en que la vida nos pone a prueba para demostrar cuánto de humanidad hay en cada uno de nosotros, cuánto de calor podemos entregar a quien tiene frío y cuánto de dignidad podemos recibir de aquellos que en estos momentos en que, como dices, estoy en mi oficina, con el aire acondicionado prendido, se mojan y congelan en las frías veredas de este país miope que no ve, peor aun, no quiere ver a estas personas.
Un ejercicio mental: Recuerden la película Un cuento de Navidad, versión moderna, con Bill Murray; hay una escena en que el protagonistase hace el ciego frente a un mendigo de la calle; después, aparece el mismo mendigo congelado bajo una rejilla para el desagüe. Por favor, sólo por hoy, si alguien no pide una moneda en la calle, démosla, no digamos "...yo no doy plata porque la gasta en vino...", porque es ese vino el que va a abrigar a todos aquellos que duermen en la calle, y que mañana se van a tragar los grados bajo cero del amanecer post lluvias.
En esto no voy a cambiar jamás.

Anónimo dijo...

gracias! no tenías idea, pero la segunda parte de mi super-hiper-mega novela (jajajaj) era sobre el frío...

ajajaja

y sombreros de copa... (ah! la anita es mi testigo eh!)

eso! y wuau!

Tampoco tenías idea, pero odio la lluvia, y lo que dices en este texto es una de las razones.

Lo que también dejé de manifiesto en mi MONGOLOG (fotolog)...y aparte de odiarla y escribir sobre mi odio no hago nada más contra ella, ni para solucionar los problemas que conlleva...

no soy buena sirviendo café, pero te apuesto que si me dan una matraca puedo ponerle unos cuantos puntos finales al asunto...

yo pienso de esa forma... y no me da remordimiento...

pero como nadie me quiere prestar ropa (y no tengo ni la mitad de gallardía que el quijote, ni el cuarto de los efectos especiales de "V, de vendetta"), mejor uso la pluma... no pondré ponerle punto final, pero al menos sí sobre las "ies"...

(es que, siendo mucho-muy honesta: de verdad me depirme repartir té)

gracias!!! (de nuevo)