Devuélveme las palabras, amado;
ahora que te has ido, el silencio grita y mancha
las paredes grises de mi alma en pena.
Retórname las horas, las esperas,
las miradas elocuentes,
las sonrisas de mariposa.
Devuélveme el suspiro, corazón;
que de tanto volver aire
las lágrimas de mar ausente
me transformaré en sirena, o peor,
en mera espuma.
Regrésame tu abrazo, tus latidos,
la estrechez de tu presencia,
la blancura de tu espalda.
Devuélveme lo que no fuimos,
lo que soñé despierta.
Devuélveme la niñez perdida y la vejez conjunta
en la eternidad cómplice de un momento eterno.
Tráeme de regreso todo lo que te llevaste:
las sonrisas que no alcanzamos,
los guiños inconclusos,
los amaneceres en vela,
los abrazos impalpables.
Devuélveme, por lo que más quieras,
la esperanza de caminar contigo…
que la muy distraída
se me quedó enquistada
en esa esquina de tu pecho
donde solía dormir mi mano
después de hacernos el amor.
2 comentarios:
Hola.
La invito a visitar mi blog.
Cuando la nube negra se acomoda en mi cama...
Saludos desde Iberia
Publicar un comentario