Es un hecho histórico. Doloroso a mares para algunos, motivo de celebración y algarabía para otros, y punto de reflexión para otros tantos (entre los que me incluyo).
Pinochet falleció esta tarde, a los 91 años, justo el día del cumpleaños de su mujer.
Mientras me vestía y arreglaba para partir a mi puesto de trabajo, como corresponde siempre en estos casos, se me vinieron a la mente tantas cosas…
El dolor de algunos amigos a los que estimo demasiado y que, pese a las enormes diferencias ideológicas que tenemos, merecen todo mi respeto. Por ellos fundamentalmente, no puedo alegrarme por la muerte del dictador.
Pero claro, también está mi historia, la historia de mi familia, las heridas heredadas por solidaridad genética. Y una no se puede hacer la lesa con eso. Yo aprendí a temerle de pequeña, Pinochet era ese cuco que había hecho desaparecer a tanta gente, que causó tanta herida profunda en mis tíos, en mi abuelo paterno… en paralelo, cuando entendí algo mejor las cosas, su imagen política tomó forma y se hizo deleznable.
No es que me entristezca que Pinocho haya estirado finalmente la pata, harto viejo que estaba, enfermo y cagao de la cabeza… Pero su muerte es una especie de descanso para quienes lo estimaban, y para el país completo.
Lo que no me gusta, lo que me choca, lo que me molesta, es el hecho de que su figura inevitablemente polariza al país. Y ahora que murió, esta situación se recrudece.
A modo de ejemplo, saliendo yo del departamento para tomar micro en dirección a la radio, pasó un sujeto tocando la bocina y justo le tocó luz roja. Un muchacho veinteañero, furibundo, le lanzó su botella de agua al parabrisas, evidentemente molesto por esta señal de libración que se podría comparar (inadecuadamente tal vez) con un triunfo de la Roja. Y el señor se bajó, empujones iban y venían. El auto fue el más dañado, porque terminó con un par de abollones en la puerta, producto de las patadas del pinochetista. Pero recrear el ambiente de tensión, de polarización, me anuda realmente la boca del estómago.
No justifico, pero sí entiendo, la alegría contenida del señor del auto que tocaba la bocina por la muerte de Pinocho. Claro, es una especie de catarsis emocional… para qué estamos con cosas, era un hecho que jamás don Augusto sería condenado por la tracalá de delitos y crímenes que a su amparo se realizaron. Entonces, la muerte de este caballero lleva a liberar toda esa angustia, esa sensación de injusticia anquilosada en las almas de tanta gente por tanto tiempo…
Tampoco justifico, pero también entiendo, la reacción violenta del cabro chico que se tiró como un quique sobre el auto. Probablemente se crió escuchando que Pinochet salvó a nuestro país del marxismo, que hizo lo mejor por nuestra Patria y que en estos últimos años no estaba recibiendo otra cosa que “el pago de Chile” con tanta muestra de ingratitud por parte de muchos que lo apoyaron y luego le dieron la espalda, eso sin mencionar a todos quienes hoy más encima profitan de la democracia, llenándose la boca y los bolsillos de pasada con valores que ellos predican pero no practican… Si, es un motivo que claro que da al menos escozor. Hasta a mí me de rabia eso.
Pero me causa tristeza ver que seguimos entrampados en lo mismo.
Lo siento en el alma, pero los Detenidos Desaparecidos, ya sean los que murieron luchando por sus ideales o (como es, desgraciadamente, el caso de la gran mayoría) fueron víctimas inocentes de un gobierno de facto, no van a resucitar, ni aparecer. No lo harán.
Lo siento más aun, pero las cosas no van a cambiar un ápice por la muerte de Pinochet. Los dineros no van a volver a las manos originarias; quienes lo defienden van a seguir amándolo ahora tal vez con mayor fervor (capaz que hasta le adjudiquen milagros, una nunca sabe) y quienes lo detestan o lo odian vivirán con algarabía este proceso en privado, o en Plaza Italia.
Al final, todo eso da lo mismo.
El viejo se murió… y todos nos moriremos algún día. Así como morirá Castro, la otra cara de la misma moneda pero en Cuba, con quien comparte la imagen que encabeza esta reflexión.
La diferencia está en que, donde yo espero ir… no creo que me tope con él. Con ninguno de los dos. Al menos, hago esfuerzos a diario para no hacerlo, tratando de respetar todas las ideas, sobre todo aquellas que no son iguales a las mías. Voltaire es un referente importante con eso de que "No estoy de acuerdo contigo, pero daría mi vida por que puedas expresar tus ideas". Pero Sandro también tenía razón con la cancioncilla esa que titula estas letras...
Pinochet falleció esta tarde, a los 91 años, justo el día del cumpleaños de su mujer.
Mientras me vestía y arreglaba para partir a mi puesto de trabajo, como corresponde siempre en estos casos, se me vinieron a la mente tantas cosas…
El dolor de algunos amigos a los que estimo demasiado y que, pese a las enormes diferencias ideológicas que tenemos, merecen todo mi respeto. Por ellos fundamentalmente, no puedo alegrarme por la muerte del dictador.
Pero claro, también está mi historia, la historia de mi familia, las heridas heredadas por solidaridad genética. Y una no se puede hacer la lesa con eso. Yo aprendí a temerle de pequeña, Pinochet era ese cuco que había hecho desaparecer a tanta gente, que causó tanta herida profunda en mis tíos, en mi abuelo paterno… en paralelo, cuando entendí algo mejor las cosas, su imagen política tomó forma y se hizo deleznable.
No es que me entristezca que Pinocho haya estirado finalmente la pata, harto viejo que estaba, enfermo y cagao de la cabeza… Pero su muerte es una especie de descanso para quienes lo estimaban, y para el país completo.
Lo que no me gusta, lo que me choca, lo que me molesta, es el hecho de que su figura inevitablemente polariza al país. Y ahora que murió, esta situación se recrudece.
A modo de ejemplo, saliendo yo del departamento para tomar micro en dirección a la radio, pasó un sujeto tocando la bocina y justo le tocó luz roja. Un muchacho veinteañero, furibundo, le lanzó su botella de agua al parabrisas, evidentemente molesto por esta señal de libración que se podría comparar (inadecuadamente tal vez) con un triunfo de la Roja. Y el señor se bajó, empujones iban y venían. El auto fue el más dañado, porque terminó con un par de abollones en la puerta, producto de las patadas del pinochetista. Pero recrear el ambiente de tensión, de polarización, me anuda realmente la boca del estómago.
No justifico, pero sí entiendo, la alegría contenida del señor del auto que tocaba la bocina por la muerte de Pinocho. Claro, es una especie de catarsis emocional… para qué estamos con cosas, era un hecho que jamás don Augusto sería condenado por la tracalá de delitos y crímenes que a su amparo se realizaron. Entonces, la muerte de este caballero lleva a liberar toda esa angustia, esa sensación de injusticia anquilosada en las almas de tanta gente por tanto tiempo…
Tampoco justifico, pero también entiendo, la reacción violenta del cabro chico que se tiró como un quique sobre el auto. Probablemente se crió escuchando que Pinochet salvó a nuestro país del marxismo, que hizo lo mejor por nuestra Patria y que en estos últimos años no estaba recibiendo otra cosa que “el pago de Chile” con tanta muestra de ingratitud por parte de muchos que lo apoyaron y luego le dieron la espalda, eso sin mencionar a todos quienes hoy más encima profitan de la democracia, llenándose la boca y los bolsillos de pasada con valores que ellos predican pero no practican… Si, es un motivo que claro que da al menos escozor. Hasta a mí me de rabia eso.
Pero me causa tristeza ver que seguimos entrampados en lo mismo.
Lo siento en el alma, pero los Detenidos Desaparecidos, ya sean los que murieron luchando por sus ideales o (como es, desgraciadamente, el caso de la gran mayoría) fueron víctimas inocentes de un gobierno de facto, no van a resucitar, ni aparecer. No lo harán.
Lo siento más aun, pero las cosas no van a cambiar un ápice por la muerte de Pinochet. Los dineros no van a volver a las manos originarias; quienes lo defienden van a seguir amándolo ahora tal vez con mayor fervor (capaz que hasta le adjudiquen milagros, una nunca sabe) y quienes lo detestan o lo odian vivirán con algarabía este proceso en privado, o en Plaza Italia.
Al final, todo eso da lo mismo.
El viejo se murió… y todos nos moriremos algún día. Así como morirá Castro, la otra cara de la misma moneda pero en Cuba, con quien comparte la imagen que encabeza esta reflexión.
La diferencia está en que, donde yo espero ir… no creo que me tope con él. Con ninguno de los dos. Al menos, hago esfuerzos a diario para no hacerlo, tratando de respetar todas las ideas, sobre todo aquellas que no son iguales a las mías. Voltaire es un referente importante con eso de que "No estoy de acuerdo contigo, pero daría mi vida por que puedas expresar tus ideas". Pero Sandro también tenía razón con la cancioncilla esa que titula estas letras...
11 comentarios:
Nada en especial que aportar en estos momentos...
PORQUE ME VOY A CELEBRAR!!!!!
me habria ido a empelotar a pza italia de la pura felicidad...
Pero hacía mucho calor
(soy una persona demasiado comoda)
Asi que cuando cayó la fresquita me parecio una buena idea, y resulto que estaban dispersando gente a guanacazo limpio... Asi que mejor no juimos na (con el marcelo,claro está)
Y esop
fue bakan verla durante el finde mi wacha
Abrazos
Tity
El respeto a la diversidad y la canción de Voltaire creo yo que para los partidarios de Pinochet no corre. Simplemente porque nunca voy a creer que es posible tolerar una bofetada o un golpe injustificado en contra de miles de personas. Aquí la libertad es más importante que el pluralismo. Una sociedad que viva en la falta de solidaridad nunca va a ser un país libre. Por eso en lo que a mi respecta Fidel es un hombre ejemplar que no acepta ser sometido y a la vez simboliza una revolución que da tranquilidad a los desposeidos, que hoy, gracias al Ché y a tantos otros, son capaces de vencer su propio destino de dolor, tienen cubiertas sus necesidades básicas y por ende cuentan con la oportunidad de ir más allá y crecer en tanto que seres humanos. Por respeto a la idea de que no soy dueño de la vida en la tierra no voy a celebrar pero en el fondo me alegro ya que sé que sin Augusto Cesar Chile estará mejor. Prefiero ser una pulga en el oido de las conciencias asesinas que tratarlas como si fueran un color más de lo diverso y aquí es el punto en que lo diverso se pervierte para justificar lo maligno y por un momento Voltaire merece ser despreciado. Hasta la victoria siempre. Venceremos.
Y daría mi vida por que los pinochetistas no hablaran más de política también. Ni ahí con Voltaire. Jajajajajajajajaja
No me alegro por la muerte de Pinocho, pero de que era un viejo de mierrrrrrrrda lo era, y tu sabes que estoy siendo extremadamente finita para calificar a tan funestamente magno personajillo de nuestra historia reciente...
le fabuleux....
QUE FUERTE
Tu sabes que mi ideologia es muy diferente a la tuya, y la sigo defiendo hasta la muerte, pero nunca dejare que esta se interponga en nuestra amistad, solo me queda pedirte de corazon, no por lo que el fue sino por lo que nosotros tenemos, respeto un poko de respeto.
aier estuve en una cuadrilla de contencion en manuel montt, con providencia, nuestra mision era alertar si la gente de la plza italia marchaba al hospital militar, sabia que de algo pasar seria el primero en caer, y rogaba por no tener que enfrentar a ningun amigo, lo bueno es que no paso nada, casi paso, pero fueros detenido en salvador, por las fuerzas de orden y seguridad, obviamente hecho que no salio en la prensa, pero serca estubo que las calles se bañaran de sangre una vez mas.
Gato, te comprendo pero no comparto tus ideas, la verdad que la ultima frace de tu post me dio mucha risa.
no creo, o espero que la sangre no bañe nuevamente las calles de este pais, pero si alguna vez nuestras ideologias se enfrentan a muerte, espero sean las futbolistcas.
y como alguien dijo una vez (una mas de sus tantas fraces para el bronce):
"Dios perdonara si me excedí, pero no creo. Todos los problemas que cause, se los dedico al cielo.
No me acuerdo, pero no es cierto y si es cierto no me acuerdo".
a se me olvido la firma
Ce
muerto el perro....
se acaba su vida.
los procesos siguen adelante...
sin perdon ni olvido
sorry mallencita..jajja
jaime
www.fotolog.com/jaime_guru
Aquí en el infierno.
Debimos hacerle un cuarto especial al tata. Ya que la saco muy barata allá arriba...
En el 9º círculo (El Dante tenia razón)al lado del mero, mero. El que nos manda aquí.
Su condena es revivir el sufrimiento de cada una de sus víctimas por toda la eternidad.
Tu Eva, también te condenaste, estas entre los pecadores del sexo... la cosa es mas suave.
Vas a tener sexo simultaneo con todos los hombres que tuviste orgasmos, por toda la eternidad...
Y hablando de lo mismo me habría encantado ver a la Tity celebrando de la forma descrita!
ok, perdon si ofendi a alguien.
jamas levantare las armas contra un amigo.
y si para salvarlos tengo que sacrificar la causa, no lo dudare en salvarlos.
GATO
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