... La que escribe.

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Santiago, Chile
Soy una mujer que también es amiga, hija, nieta, hermana, prima, sobrina y mil cosas más. Disfruto regalando sonrisas en la calle y quiero pensar que el mundo es mejor con ese simple gesto; por eso, me ando buscando. Si usted me ve por ahí, avíseme!

jueves, diciembre 21, 2006

MENSAJE NAVIDEÑO

En una mañana de Septiembre del año 1897, el Redactor Jefe del Periódico Neoyorquino "The Sun" encontró sobre su mesa de trabajo la siguiente carta de una niña de 8 años:
“Estimado Señor Redactor:
Tengo ocho años de edad, y algunas de mis amigas siempre me dicen que no existe el Viejito Pascuero. Sin embargo mi padre afirma que si esa existencia "The Sun" la confirma, entonces es que existe el Viejito Pascuero. Por favor dígame la verdad: ¿existe realmente el Viejito Pascuero?
Virginia O'Hanlon"
Francis Church, Redactor de "The Sun" para esa época, tomó para sí la tarea de responder a la carta de Virginia. Y así surgió la siguiente carta:
"Virginia:
Tus amigas no tienen razón. Ellas sufren una enfermedad pésima y que más tarde les traerá muchos dolores. Ten cuidado para que esa enfermedad no te coja. Nosotros los adultos la llamamos incredulidad, espíritu de crítica, falta de inocencia. Tus amigas y otras personas que intentaron convencerte piensan que son sabias y experimentadas, porque sólo admiten como real aquello que pueden ver con los ojos y tocar con las manos. ¡Sin embargo, ellas no saben cuán poco es eso!
Ahora, pequeña Virginia, imagina todo ese inmenso Globo terrestre con sus lagos y montañas, con sus ríos y mares, y flotando sobre nuestras cabezas el cielo infinito con sus miríadas de estrellas. Imagina cuantas especies de seres existen en el mar, en los aires y sobre la tierra. El hombre es apenas uno entre millares de seres y además ¡cuán pequeño! Ante las inmensidades del universo, él es poco más de lo que un abejorro o una hormiga. ¿Cómo entonces puede el hombre ver todo lo que existe y con su pequeño entendimiento querer explicar todas las cosas?
Sí, Virginia, ¡existe el Viejito Pascuero! Con tanta certeza como existen el cariño y la alegría, el amor y la bondad, los cuales sin embargo no podemos ver con los ojos, ni palpar con nuestras manos. Pero todo eso existe. Tú misma ya los experimentaste. ¿Y no traen ellos belleza y alegría en tu vida?
¡Ah, como sería triste el mundo sin el Viejito Pascuero! Tan triste como si no existiesen más los cuentos de hadas, los ángeles, las canciones, las historias infantiles escritas por los poetas. O si, por el contrario, sólo hubiese gente que jamás se encanta con nada, que jamás sonríe. Entonces estaríamos todos perdidos. Y aquella luz eterna que jamás se apaga, con la cual los niños iluminan el mundo y que acompaña a todo niño que nace, esta se apagaría para siempre.
Nadie ve al viejito Pascuero. Eso, sin embargo, no prueba que no exista. Las cosas que en este mundo son verdaderamente reales no las pueden ver ni los niños ni los adultos. ¿Viste alguna vez danzar un hada sobre los prados floridos? El hecho de que no la hayas visto no prueba que el hada no dance en los prados. Nadie puede comprender las maravillas invisibles del universo.
Tú puedes desmontar un cascabel de un niño para ver cómo se produce propiamente el ruido de las piedrecitas que se entrechocan. Sin embargo, sobre el mundo invisible hay un velo extendido, el cual no puede ser rasgado ni aun por el hombre más fuerte de la tierra y ni siquiera por la fuerza conjunta de todos los hombres fuertes de todas las épocas. Solamente la Fe y la Caridad pueden levantar un poquito la punta de este velo y así contemplar la belleza y esplendor sobrenatural que se esconden detrás de él.
¿Será todo eso realidad? ¡Oh, Virginia sobre la tierra nada hay más real ni más verdadero que eso! ¡Gracias a Dios que el Viejito Pascuero vive y vivirá eternamente! En los próximos mil años – ¡Oh, qué digo, pequeña Virginia –, en los próximos diez mil años multiplicados por otros tantos mil años, el Viejito Pascuero continuará haciendo que los corazones puros de los niños se alegren y batan con más fuerza en la bendecida noche de Navidad”.
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS QUIENES VISITAN DE VEZ EN CUANDO ESTE ESPACIO... PARA QUIENES SON VIEJITOS PASCUEROS, PARA QUIENES QUISIERAN SERLO, PARA LOS QUE AUN NO LO SON Y PARA QUIENES ESPERAN ANSIOSOS LA LLEGADA DEL VIEJITO BARBÓN.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Comadre: le respondo a nombre de mi señora. Estaremos en el departamento en la Nochebuena y el 25 almorzaremos en La Florida, y probablemente nos vayamos en la tarde a San Antonio, desde volveríamos el 27 en la tarde.
En cuanto al post, no hay que olvidarse de creer y que la magia, en sus diversas formas, está presente en nuestras vidas y más aún en estas fechas. Como dicen en Italia, "Felice Natale" y felisa me muero, perdón Feliz Año Nuevo.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Feliz Navidad JOJOJOJO, me encanta ver la inocencia de los niños y la ilusión con que mandan su carta al Viejito Pascuero, mi nieta le pidio 1 regalo y le dio 12 opciones más, espero con ansias el 24 en la noche para ver su carita, cuando nos vea llegar a su padre y a mi con la bolsa que dejo el Viejito Pascuero por "equivocación" en mi casa.
En nuestros corazones también existe ese Viejito Pascuero, porque disfrutamos regalando.
No nos olvidemos de hacer llegar nuestro regalo a los que no tienen.
Un abrazo y que tengas una linda noche navideña. Nosotros estaremos cenando en casa de Felipe, con mi madre incluida.
Besos y más besos,
Tía Nina

María de Magdala dijo...

Lindo post, pero me confundo,futuro, a mis hijos,¿los expondré al desengaño de que el viejo pascuero no existe? ¿o los envuelvo con la exquisita mentira de soñar?
No lo sé. Aún no lo sé.

Llegué acá por recomendación de Crichard. Muy buen blog.

Feliz Navidad, y que el año 2007 venga lleno de cosas buenas...

Anónimo dijo...

Si el guatón pédofilo que según la Coca Cola se viste de rojo existe..pues nosotros también!!!!