El padre Alberto Hurtado dijo que había que dar hasta que doliera, especialmente a los más débiles.
Claro; cuando dijo eso, estoy segura que nunca imaginó que las fuerzas policiales del siglo XXI en nuestro país se tomarían tan a pecho sus palabras, especialmente considerando los últimos hechos de violencia aberrante y cuasi terrorista por parte de la policía de nuestro país para con los tan bien llamados "pingüinos".
Vamos por partes... Nuestros niños (hermanos, hijos, sobrinos, primos) tienen la razón en lo que piden, por muy irreal que parezca la posibilidad de que el pliego se cumpla a cabalidad.
Suena utópico e incluso medio hippie este fervor que salió de las entrañas adormiladas de nuestra sociedad, fenómeno que se da generación por medio...
Pero qué quieren que les diga. Envidio el nivel de convicción y arrojo que tiene la juventud de hoy.
Yo ya no fui revolucionaria, aunque me hubiera encantado serlo. Me hubiera encantado poder plantarme ante la autoridad para gritar por lo que creo justo, teniendo la certeza de que había todo un movimiento junto a mí, cubriendo mis espaldas y tirando con fuerza para el mismo lado.
De hecho, lo más revolucionario que hice alguna vez fue participar en la Guerra del Puente Pío Nono entre estudiantes de Derecho e Ingeniería de la Universidad de Chile el año 1997, y cuando ví al Guanaco acercarse con toda la tropa de pacos detrás, mi temor pudo más y dejé la trinchera para refugiarme de inmediato en la Facultad. Pensaba contarlo a modo de anécdota a mis hijos o nietos, pero tras el fervor que han demostrado los estudiantes de nuestro país, la verdad es que me avergüenzo de mis propios recuerdos tan carentes de sentido, tan superficiales e infantiles.
Me hiere el orgullo darme cuenta de que mi adolescencia fue muchísimo más "light" de lo que quise que fuera. Pero es extraño... No me siento culpable plenamente; creo que la responsabilidad la debiéramos asumir como generación. Lo reconozco, busqué las vías para expresarme: fui presidenta de curso, pelié con los profesores y con mis padres, e incluso con los directores del colegio y la universidad cuando fue necesario... pero JAMÁS salí de mi propio sistema, de mi propia cuadra, de mis propias prioridades.
Eso es lo que me avergüenza. Antes de la Revolución de los Pingüinos, hasta me daba la impresión de que mi adolescencia había sido digna. Hoy, no me queda más que guardármela en el bolsillo mirando el suelo.
En fin... retomo el inicio.
Por supuesto que hay que dar hasta que duela... los Carabineros lo entendieron clarito, pero exactamente al revés. La que no entendió mucho ni al revés ni al derecho al hoy San Alberto fue nuestra presidenta, la madre de Chile, quien anoche (jueves) nos dio toda una charla explicativa de lo imposible que resulta hacer reales la totalidad de las solicitudes de los estudiantes secundarios.
Qué pena escuchar eso, mientras el ministro Velasco indicó que este año se invertirán 31 mil millones (y el 2007 72 mil millones más) en cubrir la propuesta que Bachelet entregó. Por supuesto que así, en cifras, es muchísimo dinero. Dinero que no saldrá de los excedentes del cobre.
Cito textual al Mercurio: "Respecto del financiamiento de estas medidas, el Ministro precisó que para este año se financiarán con reasignaciones de los fondos existentes en el Presupuesto del Ministerio de Educación (aproximadamente, $15 mil millones), mientras que los $16 mil millones restantes provendrán de los recursos de libre disponibilidad existentes en el Presupuesto 2006, en el marco del balance estructural". Lo mismo sucederá el próximo año.
Después de esto, no me queda más que recordarle a la presidenta el cuento de "El Gigante Egoísta", de Óscar Wilde. Pero ojo... tal y como en este cuento, no vaya a ser que a la Concertación le pase lo mismo que al gigante cuando le dio por no compartir su jardín... se quedó solo, triste y derrotado.
Claro; cuando dijo eso, estoy segura que nunca imaginó que las fuerzas policiales del siglo XXI en nuestro país se tomarían tan a pecho sus palabras, especialmente considerando los últimos hechos de violencia aberrante y cuasi terrorista por parte de la policía de nuestro país para con los tan bien llamados "pingüinos".
Vamos por partes... Nuestros niños (hermanos, hijos, sobrinos, primos) tienen la razón en lo que piden, por muy irreal que parezca la posibilidad de que el pliego se cumpla a cabalidad.
Suena utópico e incluso medio hippie este fervor que salió de las entrañas adormiladas de nuestra sociedad, fenómeno que se da generación por medio...
Pero qué quieren que les diga. Envidio el nivel de convicción y arrojo que tiene la juventud de hoy.
Yo ya no fui revolucionaria, aunque me hubiera encantado serlo. Me hubiera encantado poder plantarme ante la autoridad para gritar por lo que creo justo, teniendo la certeza de que había todo un movimiento junto a mí, cubriendo mis espaldas y tirando con fuerza para el mismo lado.
De hecho, lo más revolucionario que hice alguna vez fue participar en la Guerra del Puente Pío Nono entre estudiantes de Derecho e Ingeniería de la Universidad de Chile el año 1997, y cuando ví al Guanaco acercarse con toda la tropa de pacos detrás, mi temor pudo más y dejé la trinchera para refugiarme de inmediato en la Facultad. Pensaba contarlo a modo de anécdota a mis hijos o nietos, pero tras el fervor que han demostrado los estudiantes de nuestro país, la verdad es que me avergüenzo de mis propios recuerdos tan carentes de sentido, tan superficiales e infantiles.
Me hiere el orgullo darme cuenta de que mi adolescencia fue muchísimo más "light" de lo que quise que fuera. Pero es extraño... No me siento culpable plenamente; creo que la responsabilidad la debiéramos asumir como generación. Lo reconozco, busqué las vías para expresarme: fui presidenta de curso, pelié con los profesores y con mis padres, e incluso con los directores del colegio y la universidad cuando fue necesario... pero JAMÁS salí de mi propio sistema, de mi propia cuadra, de mis propias prioridades.
Eso es lo que me avergüenza. Antes de la Revolución de los Pingüinos, hasta me daba la impresión de que mi adolescencia había sido digna. Hoy, no me queda más que guardármela en el bolsillo mirando el suelo.
En fin... retomo el inicio.
Por supuesto que hay que dar hasta que duela... los Carabineros lo entendieron clarito, pero exactamente al revés. La que no entendió mucho ni al revés ni al derecho al hoy San Alberto fue nuestra presidenta, la madre de Chile, quien anoche (jueves) nos dio toda una charla explicativa de lo imposible que resulta hacer reales la totalidad de las solicitudes de los estudiantes secundarios.
Qué pena escuchar eso, mientras el ministro Velasco indicó que este año se invertirán 31 mil millones (y el 2007 72 mil millones más) en cubrir la propuesta que Bachelet entregó. Por supuesto que así, en cifras, es muchísimo dinero. Dinero que no saldrá de los excedentes del cobre.
Cito textual al Mercurio: "Respecto del financiamiento de estas medidas, el Ministro precisó que para este año se financiarán con reasignaciones de los fondos existentes en el Presupuesto del Ministerio de Educación (aproximadamente, $15 mil millones), mientras que los $16 mil millones restantes provendrán de los recursos de libre disponibilidad existentes en el Presupuesto 2006, en el marco del balance estructural". Lo mismo sucederá el próximo año.
Después de esto, no me queda más que recordarle a la presidenta el cuento de "El Gigante Egoísta", de Óscar Wilde. Pero ojo... tal y como en este cuento, no vaya a ser que a la Concertación le pase lo mismo que al gigante cuando le dio por no compartir su jardín... se quedó solo, triste y derrotado.
6 comentarios:
Para ser bien concreto las huellas querida, quedan en lo que sea "huellable" ... y es asi tambien como hay mentes, elementos que para algunos son suceptibles de marcas y para otros no, habemos extraños seres que podemos ver incluso las huellas de las alas y no solo de los pies mientras las persosnas vuelan o nos hacen volar... querida amiga sigo con mucho interes tus procesos, el arca de noe que mantienes con tu potente marido, y cada paso que das en lo profesional. Despues de este periplo necesario(despues de todo soy el primero en postear en este blog) Dar hasta que duela...mmm, como primera reflexion,ojala no tuvieramos la necesidad de dar, dado que las necesidades al menos basicas estuvieran cubiertas y que ese "dar" no sea para paliar una pobreza que nos mata, dar en otraaaaas condiciones, dar paz justicia, amor, pero creo que lo mas triste es tener que dar lo basiquisisisisimo par una persona "sub-sista"
Se me vino a la mente solo por la frase, ahora con respecto a los movimientos estudiantiles, he notado con alegria que la sanidad y vehemencia con la que los secundarios han movilizado a nuestro pais es bellisimo, ya lei esa frase de Allende en una pancarta "ser joven y no ser revolucinario es una contradiccion hasta biologica" y no ppuedo creer que esten mas calmados los niños que las autoridades al momento de sentarse a negociar, en argentina conversaba con un musico y me contaba sobre lo que en chile sucedia, y los temas eran Pinochet y ahora el ejercicio democratico de presion de los estudiantes, sera que ellos dejan huellas en el aire, (Pinochet tambien las deja con una estela pestilente hecha de exclusion y odio) aprendera esta generacion que ya no es venidera qu esta presente ... entendera lo que significa haber nacido en democracia, y no en dictadura como nosotros, viendo de niños callar a a nuestros padres hasta que duela??? en fin ideas sueltas para un espacio hecho de aire concreto.
un beso tu amigo Crichard
Crichard:
Gracias por inaugurar los comentarios en mi blog... y ya empezamos con las discusiones! un detalle importantísimo; aclaré que el término "huellas" corresponde al tenor literal de la RAE, no a la totalidad de su dimensión expresiva.
Del resto... completamente de acuerdo.
Cariños,
Mallén.
Que bueno que abriste tu blog Mallo...
Ya me parcia extraño que no lo hicieras...
Bueno, sabes que me carga dar la lata... pero concuerdo contigo y el cuento del Gigante Egoista... mientras mas alto suben... mas fuerte caen...
No a la Violencia... nunca la justifique ni la justificare jamas!!!
De los secundarios hay que aprender mucho!!!
Cariñitos!!!
mi niña, que rico leerte!! que exquisito saber que tienes estas instancias para paliar el stres, y mejor para nosotros conectarnos contigo a traves de lo qnos cuentas... totalmente de acuerdo con que la sangre tira, y hay q ver que en ocasiones dan ganas de q asi no fuera, pero es.. y lo mejor es llegar a conclusiones que sean sanas para nosotras mismas, para q seguir luchando por alguien con quien tienes un abismo de tiempo gigantesco?
de los pinguinos... me encanta verlos en su lucha, q es muy respetable y valida, creo que por fin ellos estan luchando correctamente por lo que se merecen, una buena educacion, se me infla el pecho viendo a mi hermana tan informada y con l camiseta tan puesta por esta causa, sus argumentos no son de niño de 15 solamente, son de 15 pero con las cosas muy claras incluso mas que nosotros mismos a esa edad!! jaja.. y de dar hasta que duela...mmm.. hasta para eso los de las fuerzas especiales son tan basicos, en fin, no se merecen un comentario mayor..
y mis mas sinceros deseos de que la concertacion no termine como el cuento, hay plata y hay que invertirla en cosas realmente importantes para los chilenos, y que mejor que la educacion, es ahora el tiempo de hacer los cambios, y estos pinguinos nos han dado lecciones de politica y democracia real..
mi niña, besos a granel y felicitaciones por su blog
Bienvenida Mallencita, espero que tus afectos no esten repartidos en el mismo orden que esta en tu profile, mi amigo Danny estaría muy triste, jejejejejejeje.
Ya te tengo registrada en mi blog, serà interesante tener tus impresiones en el espacio.
También los extraño, tu sabes que la distancia es como el viento (Domenico Modugno, jejejeje).
Ahora este lugar será parada obligada para mi, eso espero...
Cuidate y saludos a tu gigante egoista, jejejejeje.
Un besote
Mallen, te vuelvo a pedir que por favor borres aquella entrada de tu blog.
Por favor, nada te cuesta.
Publicar un comentario